La caja de herramientas de un hogar o taller puede resultar un mundo desconocido para muchos, lleno de destornilladores,
La caja de herramientas de un hogar o taller puede resultar un mundo desconocido para muchos, lleno de destornilladores, pinzas, tuercas, tornillos, cinta aislante, martillos y clavos, cada uno con una función específica y a veces, con terminología confusa. Este es el caso de las llaves, donde en Argentina, Chile y otros países de América Latina, a la llave inglesa se la conoce como francesa y existe un tercer tipo de llave, conocida como Stilson, por su creador Daniel Chapman Stillson.
La llave Stilson, creada en 1870 por el inventor estadounidense Stillson, es una llave ajustable para todos los tamaños, patentada por la marca Walworth y muy útil en trabajos de plomería. Su funcionamiento se basa en el giro del anillo roscado y del engranaje, con soportes de apriete que cierran y abren el diámetro para lograr el ajuste necesario. Los muelles y dientes del instrumento sujetan con firmeza las tuberías y evitan que se resbalen.
Por su parte, la llave inglesa o francesa, es una herramienta manual ampliamente utilizada para aflojar y apretar tornillos con cabeza hexagonal. Su diseño es simple y resistente, utilizada en gasfitería, cerrajería, mecánica automotriz, herrería, plomería y mecánica ligera. La llave francesa, en cambio, es una herramienta con abertura ajustable para ajustar tornillos y tuercas, con forma de T y doble garganta, y se ajusta con un mango giratorio.
A pesar de las similitudes, la principal diferencia entre la llave inglesa o francesa y la llave Stilson es el material al que ajustan. Mientras la primera se utiliza mucho más para las tuberías, la segunda para ajustar tuercas y tornillos. No obstante, hay quienes sostienen que se trata de la misma herramienta. Conocer sus características y usos es fundamental para distinguirlas y utilizarlas correctamente.