En la búsqueda constante de felicidad en un mundo hiperconectado, el filósofo, ensayista y profesor de la Universidad de
En la búsqueda constante de felicidad en un mundo hiperconectado, el filósofo, ensayista y profesor de la Universidad de Córdoba, José Carlos Ruiz, ofrece una perspectiva diferente en su novela “Una mujer educada” y en sus reflexiones más recientes. Ruiz considera que la felicidad no debe ser un objetivo marcado en listas ni un producto medido en cuotas, sino un resultado natural de una vida vivida con virtud y coherencia.
La felicidad se asocia hoy en día con un estado de ánimo, lo que ha llevado a las personas a ser “drogodependientes emocionales” en la búsqueda continua de momentos de euforia o satisfacción inmediata, distorsionando así el sentido profundo de la felicidad. Para Ruiz, el arrepentimiento es una condición existencial que debe ser aceptada como parte del proceso vital y una herramienta para tomar mejores decisiones en el futuro. No existe una receta para no arrepentirse, ya que iría en contra del aprendizaje humano.
Ruiz también destaca la importancia de educar para la soledad, sobre todo en un mundo dominado por la conexión digital. Saber estar solo y gestionar esos espacios es clave para el bienestar, ya que la soledad impuesta puede volverse dolorosa y difícil de manejar. El filósofo distingue entre conectarse y relacionarse, donde la conexión es digital y superficial, mientras que la relación implica presencia y corporalidad.
Por último, Ruiz lamenta que haya cada vez menos interés en conversar y más en convencer. La conversación debe ser un intercambio donde ambos participantes nutren su pensamiento y crecen juntos. Una buena conversación deja huella, invita a la reflexión y sigue resonando mucho después de que haya terminado.